Un aspecto básico para evitar distintas enfermedades es mantener un sistema de defensas en excelente estado, de esta forma mantenemos fuera del cuerpo a microorganismos como las bacterias, hongos y virus. Si bien la alimentación es determinante para lograr un sistema inmunológico fortalecido, hay otras situaciones que lo afectan como el estrés y la ansiedad. Ambos pueden afectar la capacidad de nuestro sistema inmunológico y favorecer la aparición o contagio de diversas enfermedades.
Nutrientes fundamentales que fortalecen el sistema inmunológico
- Vitamina C: reduce la duración y la severidad de las gripes y resfriados.
- Vitamina A: contribuye a mantener las barreras naturales contra las infecciones (mucosas).
- Proteína de suero de leche: proporciona aminoácidos esenciales.
- Calostro: el calostro bovino (CB) es rico en inmunoglobulinas y lactoferrina, factores antimicrobianos y de crecimiento, los cuales promueven el crecimiento del tejido y la maduración del tracto digestivo y de la función inmune.
- Vitamina E: aumenta la respuesta inmunológica frente a virus y bacterias.
- Hierro: el cuerpo utiliza el hierro para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo, y la mioglobina, una proteína que provee oxígeno a los músculos.
- Zinc y selenio: ayuda al sistema inmunitario a combatir bacterias y virus que invaden al cuerpo.
Enemigos del sistema inmunológico
- Una alimentación desequilibrada.
- El humo del tabaco.
- La cafeína.
- La contaminación ambiental.
- El estrés.
- El sedentarismo.
- El exceso de ejercicio físico.
Autor: Karen Patiño Torres